Ellos son los más afectados en la mayoría de ocasiones por las crisis económicas y los conflictos bélicos. Son los primeros en sufrir el impacto y también los que tienen más dificultades para encontrar trabajo. Pero también son los más apasionados, los que más sueñan y los que disfrutan con la posibilidad de cambiar el mundo en un futuro. Son los jóvenes emprendedores e idealistas que serán los futuros líderes de la palabra.